Quizás lo anunció la montaña barcelonesa del Tibidabo, nevada a mi llegada el miércoles a Barcelona. Quizás también las palabras que venían a mucho bajo cero desde Bremen -Brema- o desde Amsterdam -gente patinando en los canales. Canteo-. Pero la verdad que no podía esperarse una nevada así.
Me levanté ayer viernes 9 de diciembre, y con la pereza a cuestas, no levanté la persiana del cuarto ni la del baño. En el desganado desayuno, ya casi antes de salir, escucho en las noticias que "está nevando en el centro de la Península especialmente en localidades de la Comunidad de Madrid como Torrejón de Ardoz", lo que de primeras me hace gracia, por el hecho de que hablen de Torrejón, sitio no famoso por sus grandes nevadas (nevaditos ya es otro cantar).
Así que voy a la ventana con esa sensación de intríngulis de a ver si está todo blanco, y efectivamente:
La verdad que en ningún momento antes de salir de trabajar pensé en lo peligroso que puede ser conducir con nieve o hielo o agua-nieve, todas esas combinaciones gélidas del agua. Lo que sí me daba es que iba a tardar bastante más de lo normal.
Ya en la rotonda del Pinky Burguer empezaban los atascos, más lentos de lo habitual, y ya se empezaban a ver coches deslizando.
Justo sobre las 8.15 AM empezó a nevar a saco, así que había que darle duro a los limpias. La M-100 es la carretera que une Alcalá con Daganzo, Cobeña o Algete, con los innumerables "políganos" en el camino. De un sólo carril, del año catapún y de obras, es decir, se lía parda a poquito que. Así que cuando ya veo a lo lejos un tráiler cruzado supe que la cosa iba a ir para largo.
La cosa se empezaba a complicar porque ya estaba todo absolutamente nevado y se hacía capita, incluso pasando los coches. La gente ya empezábamos a andar despacito, y daba auténtico pánico quedarse parado cuesta arriba porque sabías que ahí salir en primera podía siginificar que el coche se fuera donde el destino y la física pactaran. A todo esto hay que decir que el Fivito se portó como lo que es: un rudo.
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Ya iba a llamar al trabajo para decir que iba a llegar tarde, qué cómo estaba la cosa por Daganzo, cuando me llaman y me dicen que la Guardia Siví acaba de cortar la M-118 en los dos sentidos, la única carretera que lleva a nuestro polígono, que allí estaban aislados. Pues nada, a volverse a casa, a sabiendas de que me iba a llevar un buen rato.
Parte en Alcalá de Henares: nevó abundantemente en Alcalá desde las 8 hasta más o menos las 12 del mediodía. Los autobuses urbanos y de la Conti derrapaban en los subterráneos o puentes que salvan las vías de tren, así que la policía optó por cortar al tráfico todos estos puentes, lo que hizo que moverse por Alcalá en coche fuera un calvario. Nevó a ratos un poco a lo largo de la tarde. Y toda esta nieve ha cuajado, y lleva igual hasta hoy sábado por la mañana. Donde más problemas fue en las salidas para ir hacia Daganzo o al otro lado de Alcalá, la subida al Gurugú para ir a Villalbilla, Torres o Santorcaz, donde me imagino que se tuvo que formar minina. Sé de gente que tuvo que dejar el coche en la N-II y demás carreterillas porque se le gastó la batería o se quedó sin gasolina. En el parque de detrás de mi casa hay unna pendiente que baja hasta la estación, ahí se está juntando la gente para tirarse con plásticos y hasta tablas de estas de playa de body-board.
Vista de parte de Alcalá de Henares, esta mañana sabatina:
A la hora de comer fui a hacer fotos a lus lugares clásicos de Alcalá, estilo Diario de Alcalá, voy a subirlas al Flickr, que tarda menos y mantiene el peso de los archivos (esta última frase os ha gustado, amigos). MyFlickr: http://www.flickr.com/photos/33357843@N07/