lunes, 17 de agosto de 2009

Neutrogena noruega III

Acaban de poner "Madrileños por el mundo" y en la segunda parte han salido madrileños en Noruega, primero en Oslo y luego en Bergen, lo que me ha dado vidilla para ponerme con la tercera entrega de la serie más recomendable para vuestras secas y maltratadas manos. Porque sí os informo de que Neutrogena pertenece a Johnson&Johnson, por lo que tiene de noruega lo que yo.



Dejando Bergen rumbo a la isla de Stord



Comentaban los emigrantes de la capital que en Bergen llueve mucho, y pude comprobarlo: en los 3 días que estuve hubo siempre algún tipo de precipitación, fuera aguacero, fuera chirimiri, fuera calabobos. Según vi en la Wikipedia hay unos 250 días de lluvia al año, así que podemos hacernos una idea, semejante cansinismo no se debe a que los ángeles estén mal de la próstata sino a que por Bergen pasa no sé qué corriente del Atlántico que provoca esos desajustes meteorológicos.


También hablaban mis paisanos de los altos precios del país. Es con diferencia el país más caro en el que he estado y es para algunas cosas tan tan caro que hace que uno ande siempre con la mosca detrás de la oreja al sacar la cartera.


Así que con la mosca sin despegarse de la oreja pagué los 45 eurazos que costaba el ferry hasta la isla de Stord, sólo ida. Entre el madrugón y el ronroneo del motor pues caí rendidito y me perdí parte del paisaje. Pero en el poco rato que tuve me dio tiempo a quedarme bobo con las islas, islotes, fiordos, montañas, bosques, cabañas, barcos de todo tipo que hay a lo largo de la complicada costa noruega. Me dió tiempo a soñar también, ya me veía deseando no tener trabajo para hacerme un viaje en bici desde la punta de Tarifa al cabo Norte en el Ártico noruego, pasando por San Sebastián, Las Landas, Normandía, Amsterdam, Dinamarca, ayyyyy...qué contradicción, querer dejar el trabajo que me permite viajar y conocer todos estos sitios. No, por ahora sólo sueños. (Por si acaso: http://www.noruega.org.ni/travel/cyclinginnorway.htm)




Imagen de la costa noruega.





Mar, montañas, plantas petrolíferas.


Volví a la realidad al llegar a Leirvik, la ciudad más "grande" de la isla. El primer día pues fue relajado, un poco de revisión de la máquina, puesta a punto y ver un poco el lugar y la situación, relajado hasta ciert "safety meeting". Cuando me dijeron que por la tarde había que ir a susodicha reunión me imaginé que sería una reunión paripé donde nos contarían que teníamos que llevar el casco, que el chaleco reflectante también, etc. Ja. Al entrar veo que hay unas 30 personas, y unos con aspecto de jefe junto a un ordenador que proyector mediante muestra esquemas, planos y demás en una gran pantalla. Se presenta el capo en inglés, y empiezan a presentarse uno a uno, hasta que me toca. Glup. No me lo esperaba, bueno, tampoco es para tanto, me llamo tal y hago cual. La reunión avanza y consiste en repasar en qué va a consistir el movimiento de la torre y quiénes y cómo van a tomar parte en la maniobra. Todo muy anglosajón: con sus organigramas, con su jerarquía y con su planificación, y por supuesto mucho manager, Lifting Manager, Operation Manager, ahí todo dios es manager, ocho managers y un currito. Llegan las preguntas entre las diferentes empresas que forman parte de la maniobra, y hay un afán por hacerse el listillo y hacer la pregunta más complicada a otra empresa, pues oye, mira tú que me las tienen que hacer a mí. En una reunión de noruegos, ingleses y holandeses (países que hablan inglés perfectamente) pues voy perdiendo el hilo y empiezo a estar hasta el cimbel de las preguntitas y de la reunión, y empiezo a darme cuenta de que esta reunión sirve para que si alguien la caga todo el mundo lo sepa ya que ha quedado clarito quiénes somos y qué hacemos cada uno.



La excusa del viaje yace tumbada antes de que la bamboleen un poco.


Al acabar el día me fui al hotel de la empresa de la planta productora, es decir, a seguir en el mismo sitio. Nada, algo deprimente, todo lleno de tipos duros y tristes, con aspecto de rudos pescadores. Ingleses, polacos, noruegos. Tatuajes, manazas, barbas de 3 días, tabaco de liar. En los días posteriores ya sabéis qué pasó. Todo bien.




Llegando a la dinámica Holanda.


A la vuelta pasé por Amsterdam, una tardecita allí. Me dió tiempo a ver un par de tiendas de bici que me recomendó Álvaro, nuestra cita en el velódromo de Amsterdam quedará para otra ocasión. A quien sí pude ver fue a su novia Tatiana, a quien mando ánimo con sus cosas desde aquí. Siempre me gusta Amsterdam, es una ciudad muy viva. Así que ya que estamos en Amsterdam la próxima entrega irá sobre la Venecia holandesa, donde estuve en Junio, un día festivo, por lo que la ciudad estaba medio loca y mi compi Alberto y yo no íbamos a ser menos, ¿sabes, loco?





Con Tatiana, en el lugar que más nos apasiona con diferencia en todo Amsterdam: The Heineken Experience, donde la familia cervecera te hace un buen lavado de cerebro y encima pagando. Fijáos en las putas e sonrientes del rótulo, no pueden dejar de sonreír.

8 comentarios:

Adri dijo...

¡¡¡Jajajaja!!! Si es que os gustó tanto "la experience" que tuvisteis que volver jejejeje. Por cierto, un beso desde aquí para Tatiana y a ver cuándo vienes a la costa marrón.

Gran país Noruega, sí señor. Si no fuese por las pocas horas de luz y el frío del invierno, sería un buen país para vivir.

¿Sabes? Bergen fue una de las ciudades fundadoras de la Liga Hanseática, como mi querido Bremen del alma.

suerte y sigue informándonos de tus escapadas

álvaro dijo...

Gran crónica compañero, muy suave. Aunque yo nunca he comprado neutrógena, porque cuando era pequeño hubo una cmapaña antineutrógena porque usaba grasa de ballena, y ya les he condenado para los restos.

Peor me he quedado con ganas de ir a Noruega, así que habrá que ir, no?

Por cierto, una sugerencia fotográfica: si la foto que tienes con la rubia, la recortas más o menos por la línea de ladrillos vertical (desde las bolsas) y justo por encima del cartel verde de las putas 'e' sonrientes, la foto será aún mejor, con su regla de los tercios y todo.

sindändùne dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
álvaro dijo...

Oye Germo, en navidades nos subimos a Anchuelo a piñón fijo a comernos una sopa de cocido y un entrecot, no?

Germán dijo...

Adri: me ha gustado bastante Noruega, su paisaje y su living quality, pero el clima es muy influyente en la vida y no me gustaría vivir en un sitio que hace 12 ºC en Agosto. Sí, vi, lo de la liga Hanseática, a los vikingos y los godos siempre les ha gustado mucho el agrupamiento, como a los ingleses (escoria de la Tierra según Álvaro, junto con los pesetos).


Álvaro-Sindandune: no elimines tu comentario, habías dejado al descubierto tu doble indentidad. Ideaca. Canteo. Awesome. Brilliant. Poco a poco, sí, veo lo de Anchuelo más factible que Amsterdam-París, pero poco a poco. En serio, ideaca, como todo nos movemos por pequeñas excusas, lo de la bici es una mera excusa para el posterior homenaje. Que sepas que a la cena de BritPopcorn voy a ir con la bici y va a estar sentada en una silla a mi lado, le daré sus raciones de grasita, sus bocandas de aire a presión.

álvaro dijo...

lo de Anchuelo lo llevo madurando un tiempo, porque suelo ir a comer con mi padre al restaurante que hay en la plaza del pueblo y me gusta mucho. Podemo subir por los Santos, que no hay casi tráfico por ese camino, y Rubén puede comer setas y menestra ;)

Anónimo dijo...

Me gusta mucho lo de las conversaciones de managers, seguro que pensaron "este español, ¿qué hace aquí? ¿alguien le ha llamado, alguien le ha nombrado?

Deseo algún día leer, alguien que quiere ir de listo con el joven de pelo oscuro que ha venido representado a la empresa que trabajas y le fundes con un comentario, o sino le amenazas con salir fuera, como buen sureño

Grande Noruega(las 3 partes)

Jotuel

U.B dijo...

La movida que fuiste a poner es un funambulillo pivotante. No lo sabes, pero lo es.