lunes, 23 de marzo de 2009

Jack Panama, el Canal y despedida

Cuando supe que me iba a Panamá y se lo contaba a la gente todo el mundo de primeras lo vinculaba con algo del Canal. Y la verdad que ya que iba a Panamá había que ir a ver el Canal.

Tuve suerte con que uno de los peruanos -Santiago- con los que trabajé fue muy hospitalario y el último día tuvo el detallazo de llevarme en su coche a la esclusa de Miraflores y allí acompañarme. El pobre tuvo doble mérito porque luego me contó que ha ido un montón de veces ya que cuando viene una visita lo típico es ir a ver los barcos cruzando el Canal.ç



Además del papel logístico y financiero de susodicha construcción el canal también cumple un papel turístico, ya que, previo pago, puedes visitar la esclusa de Miraflores (una de las tres que tiene el Canal para poder elevar y descender los barcos respecto al nivel del mar).

Me limitaré a compartir curiosidades que contaban durante la visita: la construcción del Canal la empezó a llevar a cabo Francia, igual que había hecho el Canal de Suez años antes, sin embargo, abandonaron el proyecto ante el gran número de obreros fallecidos (estas muertes no se debieron a los peligros propios de la obra sino a enfermedades transmitidas por los mosquitos de la jungla panameña). Entonces llegaron los de siempre, los estadounidenses, oportunos ellos, y finalizaron la obra, quedándose la explotación del Canal y dos franjas de 8 km a ambos lados del Canal hasta el año 1999, año en el que el Canal pasó a ser totalmente panameño. La ingeniería de las esclusas es majestuosa y simple a la vez, no hay bombas ni motores que muevan el agua, se basa en la teoría de los vasos comunicantes, pura gravedad y pura hidraúlica. El peaje es por toneladas, y el barco que quiera usar el paso del canal deberá pagarlo con 48 horas de antelación, así que los panameños están encantados con los barcos bien grandes y cargados que crucen por el pequño itsmo americano. Este año empezaban las obras de ampliación del canal, ¿por qué?, porque los nuevos superpetroleros ya no caben por las dimensiones actuales. Cruzar el canal, del Caribe al Pacífico o viceversa, lleva 3 días, tanto tiempo se debe a las horas de espera para superar las esclusas, ya que el tráfico marítimo es muy congestionado. A pesar de lo costoso que pueda ser el peaje, a la naviera siempre le merecerá la pena económicamente pagarlo en vez de circunnavegar toda Sudamérica, con el tiempo y repostajes que ello conlleva, aparte del siempre peligroso paso del Cabo de Hornos. Otra curiosidad es que el Canal del Panamá es el único lugar del mundo donde el gobierno del barco no es del capitán sino del propio Canal de Panamá.



Unos transbordadores llevan el barco hasta las esclusas, una vez dentro unas locomotoras arrastran el barco. En esta primera foto la primera esclusa está llena, es decir, el barco aún no ha bajado al nivel del mar.




La esclusa ya se ha vaciado, y con el agua que va yéndose baja el barco, en este punto, las locomotoras arrastrarán el barco hasta la siguiente esclusa, donde se repetirá la operación.


Aquí puede verse en movimiento, a cámara rápida: http://www.youtube.com/watch?v=lXsto9qtG0U

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad que esta muy bien macho. A mi me fascinaría verlo menuda envidia macho.

El vídeo muy bueno.

Tu brotha, jotuel.

Palabra de verificación: feargen

hora: 11.59 +2

Anónimo dijo...

Siempre he sentido un gran interés por el Canal de Panamá, por sus historia y por la importancia que ha tenido y tiene para la economía mundial.

Por ejemplo, que marque el ancho máximo de la mayoría de cargueros la llamada medida panamax: http://en.wikipedia.org/wiki/Panamax

Germán dijo...

Mira que me mire bien la Wikipedia sobre la historia del Canal antes de ir allí y no vi nada de la medida Panamax.

Tampoco vi nada sobre si alguna vez un barco ha chocado contra las esclusas durante las maniobras.

Sí, el Canal es vital para la economía mundial, pensemos en el flujo de mercancías de Asia-Pacífico, Costas Este-Oeste de EEUU y Europa. Tenía que haber puesto una foto de la cola de barcos a la espera.