sábado, 8 de noviembre de 2008

Civismo holandés II

A este segundo viaje a Holanda (me parece que ha pasado un mundo pero fue el lunes de la semana pasada) se le añadió una especia fuera de lo común, algo para dar más sabor. Justo el día que me iba me dicen que no va poder irme a buscar nadie en Holanda, que me tengo que alquilar un coche. A mí no me mola la idea ya que no conduzco habitualmente coche y nunca había alquilado coche antes, pero externamente disimulo y con toda la posible firmeza que mi voz pudiera tener digo que vale, pero qué como llego hasta el sitio en cuestión. Me dicen que nada, que me imprimo la ruta de la Vía Michelín o el Google Maps y que tirando. Tres hojitas con desvíos, incorporaciones, desvíos a la derecha y demás.


En el avión me digo que bueno que no será tan difícil, que me lo voy mirando y que se me queda, pero a medida que queda menos para llegar a Bruselas pues que me empieza a parecer más liosa la ruta que me he imprimido. Cuando estoy en la cola de la oficina de los coches de alquiler ya empiezo a visualizar que me pierdo, y que tengo que llamar en plan ayudadme, estoy en París, no sé cómo he llegado hasta aquí. Así que cuando veo que por 12 euros más te dan GPS respiro tranquilo y lo veo todo más claro y me olvido de mí mismo a 50 por hora, con la luz de dentro del coche encendida y mirando la ruta, y cagándome encima una vez me hubiera equivocado de salida. La segunda pequeña alegría me la dan cuando me dicen que ya no quedan coches pequeños y, qué putada, me tienen que dar un BMW 320.


Al principio no me hacía al coche ni al GPS, pero en cuanto me relaje un poco, paré a comprarme comida, me puse mi música, y hala a disfrutar de los 120 km que me quedaban hasta Maastricht.




Maastricht es una pequeña ciudad, de esa belleza tan característica de los pueblos de Flandes y Holanda: con sus canales y ríos navegables (el río Mosa en su caso), su gente en bici, su centro peatonal, sus casas de baja altura, su planicie y demás.





Y, cómo no, esta ciudad está llena de bicicletas en todas sus variantes:



Este ciclista nos comenta que "todos los polis son bastardos".




Este otro lleva de todo en la bici, podría ser uno de los muchos bicimensajeros que se ven.





Y, ¿éste?, el mejor, lleva una bici reclinable, esas bicis pueden verse más por Holanda, son bicis en las que vas tumbado y pedaleas con las piernas paralelas al suelo. Pues ésta con cabina y todo para ir protegido.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

All Cops Are Bastard!!

Anónimo dijo...

¡¡Ostras, Germán!! Te ha posteado Barack!!!Unglaublich!!:-P

Anónimo dijo...

Has pillado a una de las bici-bólido!!!! joder, llevo dos meses para hacerle una foto a una :D la primera vez que la vi fue a las afueras de Amsterdam, e iba a toda hostia. Parecía el bat-mobile.

Oye,a ver si te mandan más cerca de Amsterdam y nos tomamos unas cañas, O dale cera al BMW y vente a hacerme una visita joder.

(que no se entere Lema, eh!)

Anónimo dijo...

¡¡Ey!! Pues hoy he visto yo una en el Domshof de Bremen y quería hacerle una fotografía para mandarosla, pero cuál ha sido mi sorpresa al ver que la cámara no estaba en mi bolso sino en mi casa... Schade!
Álvaro, yo voy a Amsterdam city a finales de noviembre. No te digo maís.

Anónimo dijo...

bueno bueno, esto sí que no pasa en Valencia! :D

avisame por el librocara, eh!

kusjes

javier dijo...

Me ha encantado el civismo holandés, tanto en esta entrada como en la anterior.
Destacar sin duda el "pepino" de bici de la última foto, me encanta los rayos de velocidad que le ha dibujado, le da un aspecto demoledor y denota un aspecto intimidatorio, si alguien intenta desafiarle con alguna carcajada.
Aunque me ha gustado mucho más el ciclista que dice que todos los polis son bastardos, me encantaría hablar con él. Seguro que acaba hablando de muchas cosas.
Nos vemos pronto Brotha!

Anónimo dijo...

Pues la bici pepino parece uno de esos carritos absurdos que se construyen en las pelis americanas entre padre e hijo para ganar un campeonato de carros en la urba del barriaco residencial, donde se suele salir una reuda o se aprende una leccion moral al final. Cacho frase!