sábado, 25 de octubre de 2008

Superlatividad árabe III

Bueno, aunque Dubai tire bastante, habrá que ir acabando porque viajo más rápido de lo que escribo y hay que dejar también al resto de los lugares del globo terráqueo.

Como no sé comentar de ningún tema en especial, voy a tirar de comodín, pongo fotos y a partir de ellas pues comento algo. Una imagen vale más que mil palabras, pero mil palabras pueden ayudar mucho también.




En la foto anterior podemos ver parte de mi habitación, era excesiva en todos los sentidos. No era lujosa en plan jacuzzi en el baño o cosas del estilo, pero era enorme y tenía detallazos como televisión con satélite para poder ver Cuéntame en TVE Internacional y como DVD. La plantilla del hotel, cómo no, era india, pero también había de algo más lejos, de Filipinas y alrededores. En la mesilla estaba pegada la siguiente pegatina, me pregunto si da la dirección de la Meca, por si quieres rezar correctamente orientado.





A continuación podemos ver un sinsentido, gente esquiando en Dubai. Ahí dentro a -1 ºC y fuera a 40 ºC. El completo Ski Dubai está en el centro comercial Mall Emirates, un gigantesco centro comercial de tres pisos, y con la pista de esquí más o menos en el medio. La mayoría de los restaurantes dan a la pista. La pista tiene dos zig-zag y bastante altura, así que supongo que dará más juego que el Xanadú.



En la siguiente foto vemos cómo es la vida en el centro comercial, la gente arriba y abajo, dinero entrando y saliendo, en papel y en plástico, transacciones, intercambios, felicidad en el aire acondicionado, respeto por la tradición en el vestir, etc.



Abajo, esta vez vemos cómo un turista de origen español mira su mapa para orientarse en la metrópoli de Dubai. A su lado podemos ver una parada de autobús con aire acondicionado, tal y como son en el emirato.




Y por último, con ánimo de no saturar, una foto nocturna del bonito Burj-al-Arab, el hotel con forma de velero en medio del Mar Arábigo, el hotel de las 7 estrellas.





Bye, bye, Dubai.

2 comentarios:

javier dijo...

Efectivamente, Quibla, es el muro donde se orienta todo musulmán a la hora de rezar.
Me encanta ese moro ricachón mientras baja la escalera automática, ¿qué opinará de la rubia?.
También me gusta mucho ese césped regado mientras esperas al bus, ¿lo regarán con petróleo?.
Mucho Corán y mucha quibla para orientarte, pero la religión del dinero es la que más mola(típica frase de alterna que escribe en los periódicos)

Anónimo dijo...

Pues no es por nada, pero yo en Poustmotuh (Inglaterra) vi un edificio muy parecido. Creo que en algún lugar de la red hay alguna foto.